viernes, 12 de diciembre de 2008

LAS VARIABLES EN LA COMUNICACIÓN


VARIABLES GENERALES:


De las unidades de análisis nos interesan solo determinadas características, dimensiones. Los aspectos que intentamos relevar de las unidades de análisis son las VARIABLES. Las variables son susceptibles de asumir distintos valores y permiten así clasificar a las unidades de análisis, por lo que son conceptos clasificativos. NIVEL NOMINAL: es el nivel mas básico que nos permite clasificar a las unidades de análisis en algunas de sus categorías. Un ejemplo de este tipo de variable es el sexo.


NIVEL ORDINAL: es un nivel mas elevado, que nos permite clasificar a las unidades de análisis pero que además puedo ordenar en una gradación. Para el nivel educativo, por ejemplo, puedo decir Bajo, Medio, Alto, pero no puedo cuantificar las diferencias entre categorías.


NIVEL DE INTERVALOS IGUALES (INTERVALAR): son aquellas variables cuyos valores son números, por ejemplo, edad, ingresos, etc. Se llama de intervalos porque tenemos información sobre la diferencia relativa entre los distintos valores de las variables.

NIVEL DE RAZONES O COCIENTES: en estas escalas, el 0 es absoluto. En ésto se diferencias el nivel de razones del nivel de intervalos iguales.
No son muchas las variables que pueden ser medidas en el nivel de medición intervalar, cuando se trabaja con individuos. Pero cuando se trabaja con colectivos, es mas fácil encontrar variables intervalares. Por ejemplo, se parte de colectivos, tomando como unidad de analisis el colegio de abogados, el de ingenieros, el de médico, etc.; y saco la proporción de mujeres que pertenece a cada colegio en un momento determinad

TARGET GROUP (PÚBLICO OBJETIVO): Representa el segmento de la población a quienes se dirige prioritariamente la campaña por ser el grupo en el que se maximiza la relación de
inversión/ probabilidad de compra.


MEDIO: Representa el segmento de la población a quienes se dirige prioritariamente
la campaña por ser el grupo en el que se maximiza la relación de
inversión/probabilidad de compra.

PERFIL DE LA AUDIENCIA: Es la distribución de las personas que constituyen la audiencia de un medio según sus distintas características sociodemográficas, que son todas
o algunas de las que se utilizan para el análisis de la población total.

La conducta o lenguaje no verbal se puede clasificar en:

KINESIA: “estudio de la postura y movimiento corporales, de la conducta táctil, de efecto de la apariencia física, vestimenta, artefactos, así como de los gestos y expresiones y de la conducta visual.”
PARALENGUAJE: todo aquello que acompaña al lenguaje, como el tono de voz, la vocalización, la entonación en el discurso, hablar pausado o deprisa según el momento.

PROXÉMICA: la distancia o espacio personal, la conducta territorial humana, es decir, el espacio físico de cada persona.

Una vez conceptualizado el término y realizadas las clasificaciones pertinentes, es de suma importancia conocer cuáles son las variables a tener en cuenta para que podamos llegar a controlarlas, por lo que las analizamos a continuación:

LA MIRADA: mantener el contacto ocular con el auditorio ha de ser la base en el proceso de comunicación. Ciertamente, el contacto visual se establece antes que el contacto auditivo ya que, por ejemplo, tan sólo con nuestra vestimenta ya estamos dando información válida a nuestro auditorio. Por tanto, ante un grupo, grande o pequeño, hemos de procurar mantener el contacto ocular, tanto al empezar a hablar como a lo largo de la sesión formativa. Hemos de asegurarnos que al menos hemos mirado a todos los alumnos/as una vez y realizar barridos lentos con la mirada hacia todo el grupo. Todo ello nos va a servir para intercambiar impresiones con nuestros alumnos, comprobar a través de los gestos y miradas si se está captando el mensaje, localizar impresiones desconcertantes, evitar la pérdida de atención sobre el/los objetivo/s de aprendizaje. Tener durante mucho tiempo la mirada perdida o mirando hacia el suelo o hacia el techo son conductas no verbales que pueden perturbar el proceso de comunicación, ya que se va a perder el necesario contacto ocular docente-discentes y pueden generarse situaciones de desconcierto y disminución del liderazgo docente (credibilidad) ocasionando una consecuente pérdida de control del grupo.

LA POSTURA: Que adoptemos frente a nuestro auditorio ha de ir en concordancia con nuestro discurso, es decir, hemos de procurar adoptar una postura que se ajuste a las circunstancias, al contexto del aula, a las características de nuestros alumnos/as, en definitiva, la postura que el docente tome en el aula va a depender en gran medida del clima de aprendizaje que se haya generado (o se quiera generar). En general, esta postura debe ser natural, en tanto y en cuanto el docente ha de estar cómodo, sin posturas que causen tensión… variable, en el sentido de no mantener siempre la misma posición que puede llevar a aburrimiento, distracción, etc. (por ejemplo estar sentado detrás de una mesa durante toda nuestra intervención puede resultar monótono o puede indicar una falta de apertura hacia el grupo, inflexibilidad, etcétera); y de respeto con el grupo, no perdiendo de vista que se es el docente, aunque se haya generado un clima de cordialidad.

LOS GESTOS: Acompañan a la expresión verbal. En nuestro discurso y frente a un grupo de personas nos expresamos con todo nuestro cuerpo, aunque fundamentalmente con las manos, rostro, brazos, cabeza y hombros.
Los gestos deben ser, por un lado, visibles, que puedan ser vistos por todo el auditorio; abiertos, que todo el grupo pueda captar el sentido de éstos, y sobre todo selectivos, porque tanto un exceso como un defecto en la gesticulación pueden perturbar el mensaje y su sentido comunicativo.
LA MOTIVACION: Se consigue, como hemos indicado en todos los apartados anteriores, con una contextualización del tema, una variación de estímulos a lo largo de la exposición y una clara presentación de objetivos correctamente formulados.

Por su puesto que el control de todos los elementos del lenguaje verbal y no verbal nos facilitará el proceso de motivación de nuestros alumnos.
El control de todos estos elementos y su manejo y entrenamiento nos facilitarán la posibilidad de mantener un estilo docente más relajado, lo que perfilará al docente de una imagen con dotes de liderazgo y credibilidad frente al grupo.

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